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El impacto de Star Wars en el cine y la televisión


Finalizaba el mes de mayo de 1977, atrás habían quedado meses de desesperación, frustración y sacrificio. El día 25 de ese mes y en tan sólo 32 salas veía la luz un film que, a pesar de haber sido rechazado por varias compañías cinematográficas y los ejecutivos de la 20th Century Fox, estudio que lo había financiado, no tenían ninguna esperanza de recuperar su inversión, sería un éxito rotundo y marcaría un hito en la historia de la cinematografía mundial. Star Wars, a secas, sin el número de episodio ni el subtítulo por el que se lo conocería años más tarde, A New Hope, rompía todos los números de taquilla gracias al boca a boca y, en los días sucesivos al estreno, debieron agregarse más salas exhibidoras a lo largo de todo Estados Unidos.

Muy pronto todos los estudios de cine quisieron tener su propio film galáctico, se había desatado la "starwarsmanía". La Paramount tomó la posta y re-estrenó, en agosto de ese mismo año, la versión del año 1953 de La Guerra de los Mundos, producida por George Pal, dirigida por Byron Haskin y protagonizada por Gene Barry y Ann Robinson.

A partir del año siguiente, muchas películas con naves que surcaban y batallaban el espacio hicieron su aparición, ninguna logró alcanzar a su predecesora, incluso la mayoría fueron, y siguen siendo bastante malas, pero varias de ellas merecen mencionarse por haber adquirido la categoría de filmes de culto.

Alto en el podio de las copias y en un lugar casi inalcanzable, se encuentra STARCRASH del año 1978, coproducción ítalo americana. Dirigida por Luiggi Cozzi y protagonizada por Marjoe Gortner, la bellísima ex chica Bond, Caroline Munro, un joven y novel David Hasselhof y en el papel del villano, el terrible Emperador, Christopher Plummer quien, sabiendo que estaba haciendo un bodrio, filmara todas sus escenas en un solo día. Además del título parecido con la obra de George Lucas, los posters promocionales presentan un diseño similar, y en el clímax del film podremos ver a Gortner y Hasselhof empuñando un sable de luz para luchar contra unos androides pésimamente animados por stop-motion.

El cine oriental tampoco quiso quedarse fuera del juego y estrenó la japonesa Uchu kara no messeji o Mensaje del espacio, también del año 1978, dirigida por el genio de Kinji Fukasaku y protagonizada por Vic Morrow en el papel del general Garuda y Sonny Chiba como Hans. El argumento es sencillo, unos seres que viven en comunión con la naturaleza deben destruir un laberinto tecnológico comandado por una raza que quiere oprimirlos. El film combina la ciencia ficción con la fantasía y la magia, y a lo largo de su visualización pueden apreciarse un galeón que vuela por el espacio, diversas batallas intergalácticas con una secuencia final similar a la destrucción de la Estrella de la Muerte, un androide que une en su persona a R2 y 3PO, ya que habla y efectúa los clásicos pitidos, y peleas con sables eléctricos.

La Disney, empresa que hoy es dueña de la franquicia, pone en la gran pantalla el fracaso de taquilla conocido como The Black Hole o Abismo Negro del año 1979, dirigida por Gary Nelson y protagonizada por Maximilian Schell, Anthony Perkins, Ernest Borgnine e Yvette Mimieux. Si bien el film es muy simpático y entretenido, hubiera sido todo un éxito veinte años antes, dado que los efectos especiales parecen de la década del ’50. En un primer momento, los productores, intentaron contratar a la ILM para realizar este trabajo, pero como no se llegó a un arreglo presupuestario, decidieron desarrollar “una nueva tecnología” para este fin, los resultados están a la vista.

El agente secreto más famoso, James Bond, traspasó las fronteras de la Tierra en Moonraker, dirigida por Lewis Gilbert en el año 1979. Durante ese año también llegarían a la pantalla grande Alien, cuyo director Ridley Scott, cambió todo su concepto del film luego de ver Star Wars; y Star Trek: the Motion Picture, dirigida por Robert Wise y cuyo elenco original volvería a sentarse tras los controles de la Enterprise cuando la Paramount Pictures decidiera sumarse a la fiebre del espacio.

Roger Corman, el padre del cine clase B y quien cuenta, en toda su carrera de cineasta, con el record de haber perdido dinero solamente con una película; obtendrá sus ganancias con Battle Beyond the Stars del año 1980, más conocida como Los siete magníficos del espacio y que no es otra cosa que una remake de la excelente Los siete samurais de Akira Kurosawa del año 1954. El film está protagonizado por Richard Thomas, Robert Vaughn, George Peppard y la sex simbol Sybil Danning.

La pantalla chica también fue invadida por la fiebre espacial. En el año 1978, hizo su aparición la serie Battlestar Galáctica, creada por Glenn Larson para la Universal Studios y producida, entre otros, por John Dykstra; para el diseño de arte conceptual de naves y personajes se contrató a Ralph McQuarrie, el mismo artista que trabajara junto a George Lucas. La serie fue protagonizada por Richard Hatch, Dirk Benedict y Lorne Greene. En ella se narra la odisea que deben realizar los sobrevivientes de las 12 colonias humanas escapando de sus enemigos, los mortales cylones, mientras buscan por el Universo el asentamiento de la colonia número 13, que no es otro que el planeta Tierra. El argumento tomó inicialmente mitos y leyendas egipcias, griegas y hebreas para desarrollar una trama que cautivó a los espectadores de forma automática. Pero tanto el desarrollo de los personajes, como la estética utilizada, con varios puntos en común con Star Wars, llevaron a la 20th Century Fox a entablar juicio a la Universal Studios por plagio; las acciones legales finalmente se resolvieron de forma privada. Este motivo, sumado al alto costo de los episodios, cada uno de ellos costaba alrededor de un millón de dólares, más una merma de espectadores, llevaron a sus productores a cancelar el programa luego de 21 capítulos. La voz de los fanáticos no se hizo esperar, reclamos frente a los estudios Universal y cortes de calles pidiendo la reposición del show, lograron que en 1980 apareciera una continuación; pero con mucho más bajo presupuesto y sin el casting original, la respuesta del público fue negativa y se canceló luego de 10 episodios. Recién en el año 2003 los seguidores de la Astronave de Combate, tuvieron su tan esperada revancha con un excelente reboot que se extendió hasta el año 2009.

En el año 1979, Larson y la Universal Studios volvieron a la carga con otra producción espacial. Para evitar juicios posteriores se reflotó un personaje del año 1928, cuyos derechos estaban en poder de la Universal, y que ya había tenido su éxito en seriales cinematográficos, novelas, historietas y radio, el capitán Buck Rogers. Para abaratar costos se usaron maquetas y vestuario que habían quedado de Battlestar Galactica y para las naves, los diseños alternativos que hiciera McQuarrie para la misma serie. Sus protagonistas fueron Gil Gerard, Erin Gray y Tim O’Connor. La serie, que narraba las avenuras de Buck Rogers en el Siglo XXV, combinando el humor con el drama y el romance, tuvo una primera temporada muy exitosa. Pero, sorteados los problemas legales, aparecerían otros entre el equipo actoral, por lo que fue cambiado drásticamente para la segunda temporada; quedando sólo Gerard y Gray del elenco original. También se cambió el tono de los guiones, intentando hacerlos más dramáticos y con menos sentido humorístico, por lo que el público no respondió de la forma esperada y la serie se canceló luego de once emisiones.

Star Wars a secas, sin el número de episodio, ni el subtítulo agregado más adelante, es un film que ha dejado su marca indiscutible en la historia del cine, al día de hoy siguen haciéndose referencias a él en diversas películas y programas de televisión; su influencia en la cultura perdurará por siempre.


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