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Star Wars en el Tarot


Siguiendo nuestro análisis de la saga original y sus vinculaciones con el Camino del Héroe, hoy investigamos las correlaciones existentes entre los arquetipos junguianos y los símbolos presentes en el Tarot.

Existen muchas versiones sobre la etimología de la palabra Tarot. Hay quienes afirman que proviene del hebreo Théraph, término que se traduce como tablas del oráculo judío, o del griego Eratoi, que significa compañeros. Sin embargo la más aceptada es su vinculación con el Libro de Toth.

El Libro de Toth es un documento astrológico de origen egipcio ligado a la numerología y plagado de simbolismo hermético. El estudio de la clave mística de las cartas fue desarrollado en el siglo XIX, entre otros, por el ocultista Eliphas Lévi. En su obra Dogme et Ritual de la Haute Magie (1854) introduce la interpretación cabalística sin dejar de lado el origen egipcio. Lévi además vinculó el Tarot de Marsella con los elementos alquímicos, lectura que hoy en día es habitual.

Si bien sus orígenes son bastante oscuros, las primeras referencias sobre el Tarot como método adivinatorio se remontan a la Edad Media. Estudiosos ocultistas han intentado demostrar su vinculación con la cábala judía y el simbolismo egipcio. Lo cierto es que también existen conexiones muy fuertes entre el Tarot y la cultura occitana, específicamente con la filosofía cátara. Aunque desde el siglo XV se jugaba en Italia como método adivinatorio, actualmente se sospecha que el uso original del Tarot era la transmisión de conocimiento filosófico.

Existen y han existido numerosas barajas del Tarot. Aunque los más comunes son el italiano y el de Marsella, también es muy utilizado el egipcio. En cualquier caso la simbología que acompaña a las cartas está en la psiquis colectiva de las culturas más antiguas y modernas. De manera tangencial el psiquiatra Carl Gustav Jung demostró interés por la interpretación de las cartas en clave psicológica. Al respecto han sido sus discípulos quienes sincronizaron los fundamentos de los arquetipos junguianos con el Tarot. Desde esta perspectiva las Arcanos son representantes arquetípicos del inconsciente colectivo.

La baraja del Tarot está compuesta por setenta y ocho cartas, veintidós Arcanos Mayores y cincuenta y seis Arcanos Menores. La palabra “arcano” significa secreto y hace referencia al simbolismo condensado en las imágenes.

Buscaremos desentrañar el valor alegórico que se desprende de cada Arcano Mayor de acuerdo al camino heroico plasmado en Una Nueva Esperanza, El Imperio Contraataca y El Regreso del Jedi.


Número 0 ó 22: El Loco.

El primero y también el último Arcano de la baraja simbolizan la ingenuidad y la ignorancia juvenil combinada con la ausencia de realidad. El Loco vaga sin rumbo por su vocación aventurera y su capacidad de contemplar el entorno creativamente.

Es el arquetipo que asociamos con el joven granjero hambriento de aventuras que encarna Luke Skywalker durante su primera aproximación en Una Nueva Esperanza.


Número 1: El Mago.

Es el poder masculino de la acción y la voluntad. El individuo seguro de su energía creativa, buscador de su propio camino, capaz de dominar su destino a través de su propia inteligencia y fuerza psíquica.

Luke Skywalker es El Mago en El Regreso del Jedi porque encarna el coraje, la seguridad, el ímpetu y la pasión con que afronta su misión redentora. El Mago aprovecha oportunidades, es optimista y autónomo en sus actos.


Número 2: La Sacerdotisa.

Las fuerzas femeninas vinculadas con las energías lunares de la intuición, la sabiduría primitiva, la creación y el conocimiento espiritual. Regula la emotividad y los impulsos internos que sobrepasan la racionalidad. Es la carta de la Diosa egipcia Isis y de la babilónica Ishtar.

Corresponde a la energía de la mujer madura y al modelo encarnado por Leia, que se deja entrever en El Imperio Contraataca y que se desarrolla completamente en El Regreso del Jedi. Leia ha aceptado su femineidad, con sus intrínsecas capacidades intuitivas, y ha podido encauzarla creativamente a través de un lazo profundo con su par masculino Han Solo.


Número 3: La Emperatriz.

Fuerza femenina dominante, mental, activa y centro de creación. Corresponde a la mujer dominante, con fuerte predominio del intelecto sobre la emotividad. Puede ocasionar un excesivo autoritarismo.

La intelectualidad, la testarudez y la capacidad de mando son elementos que se desprenden del arquetipo de La Emperatriz y conforman el modelo de princesa que presenta Leia en Una Nueve Esperanza.


Número 4: El Emperador.

Es el regente del mundo material. El poder viril de los Dioses y Reyes míticos pues habla de liderazgo, autoridad paternal, experiencia, sabiduría e iniciativa. En el zodíaco es Aries, el fuego.

Han Solo es el personaje maduro, experimentado con fuerte carga masculina y alta energía volitiva e influyente. Gobierna sobre el mundo real pues El Emperador es una carta de individuos con sentido práctico y con los pies sobre la tierra.

​Número 5: El Hierofante.

Es la versión masculina de La Sacerdotisa y es el símbolo de la autoridad espiritual. El vínculo entre Dios y los Hombres puesto que su función es develar los misterios esotéricos.

El Hierofante imparte sabiduría. Es el hombre maduro que ha superado desafíos y dejado atrás la fase viril y activa de la vida y ahora mira el mundo desde la distancia del conocimiento.

Obi-Wan Kenobi y Yoda son los dos mentores que, desde el exilio, inician a Luke en la Fuerza.


Número 6: El Enamorado.

​​ Representa la elección. Determina una encrucijada con repercusiones futuras. Aunque dependerá del plano de acción, en general es un símbolo positivo de amistad, afinidad, altruismo y amor desinteresado.

Por remitirnos a dilemas morales, se ajusta a Luke y sus elecciones de vida: dejar Tatooine, instruirse como Jedi y, la más importante a causa de sus consecuencias en la galaxia, redimir a su padre en lugar de destruirlo.


Número 7: El Carro.

​​ El Carro de la Victoria tirado por dos caballos es la imagen de Faetón, hijo de Helios, quien le pidió a su padre conducir el carro del sol. El inexperto joven perdió el control de los caballos y murió ahogado entretanto el carro fue detenido por Zeus. Faetón es el aspecto negativo de esta carta pues el Arcano 7, símbolo de la perfección, representa el control de la mente. Es la victoria del Ego sobre los instintos.

En términos de triunfo y perfección, la carta es la personificación del Sol Invictus, Dios y patrono de los soldados romanos. Y por consecuencia también representa el triunfo del Héroe Solar.

Luke Skywalker es el arquetipo solar que ha superado cada una de las pruebas hasta alcanzar su propio triunfo personal y universal, tal como el sol cada día destruye la oscuridad en una trayectoria apoteótica.


Número 8: La Justicia.

​​ La espada de La Justicia mantiene a través del premio y el castigo el equilibrio mientras que la balanza pesa los errores. En el zodíaco es Libra.

La Justicia es el balance entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad. Representa el camino del justo medio, el Satva búdico, es decir la perfección gracias al equilibrio de los opuestos. La anulación de la polaridad y, por ello, el cese del conflicto.

Paz, justicia, armonía, disciplina y estabilidad son el legado que las peripecias heroicas de Luke, Leia y Han le otorgan a la galaxia en el final de El Regreso del Jedi.


Número 9: El Ermitaño.

​​ El viejo sabio usa su bastón para conectarse con las energías universales y su farolito para alumbrar el camino del saber. Es modesto en su sabiduría y basa el futuro en su conocimiento del pasado. Ha renunciado a la vanidad del mundo, a las ambiciones del intelecto y al reconocimiento público.

El Ermitaño representa el pasado, el saber, la constancia, el ascetismo, el silencio y la discreción. Claramente este Arcano queda bien representado por Kenobi y Yoda.


Número 10: La Rueda de la Fortuna.

Símbolo del movimiento, de los ciclos y los cambios. Nada es fijo en el Universo. También puede asociarse a la suerte y la aventura. Los héroes poseen una buena cuota de esto en sus ciclos. Es precisamente el flujo permanente lo que los hace evolucionar. Son dinámicos puesto que deben adaptarse al entorno. La inmovilidad en la vida es muerte y, en el caso de cualquier relato, resulta en apatía.


Número 11: La Fuerza.

​​ En lugar de destruirla, este Arcano sugiere canalizar la animalidad aprovechando su inmenso potencial. Es la tarea del alquimista que trasmuta la materia vil en precioso oro. De la misma manera la fuerza bruta puede ser domada hasta convertirse en un elemento de evolución. Conocimiento, razón, heroísmo y fuerza interna triunfan sobre el caos, el egoísmo y la violencia.

En su estadio heroico correspondiente a El Imperio Contraataca, Luke fracasa al intentar aniquilar la Sombra. Sin embargo, el Luke de El Regreso del Jedi es una versión superior que pone en juego la energía de La Fuerza para dominar la tentación del Lado Oscuro a partir de la complementación.


Número 12: El Colgado.

​​ El nórdico Odín se colgó durante nueve días y nueve noches del Fresno Sagrado para obtener la sabiduría de la Runas Mágicas. Y bajo la sombra del árbol Bodhi, Siddharta Gautama llegó a la Iluminación. El Ahorcado es la iniciación pasiva del asceta que permanece receptivo. Para penetrar en la esencia de las cosas, los esquemas mentales deberán contemplarse desde una perspectiva invertida.

Por todo ello, esta carta simboliza el sacrificio personal en pos de ideales superiores y, en este sentido, la muerte de Kenobi posee ecos de ritual iniciático.

Durante su estancia en Dagobah, Luke se adentra en los misterios de la Fuerza en una posición física que recuerda a El Ahorcado. Del abandono a los lugares comunes, la soledad y la meditación nace la Iluminación. “Debes desaprender lo que has aprendido” le dice Yoda.


Número 13: La Muerte.

​​ La mala fama del trece sólo tiene poder en quienes temen los cambios puesto que este Arcano habla de transformación y esto es altamente necesario y benéfico. Es el inicio de un ciclo nuevo: Destrucción/Regeneración.

En El Regreso del Jedi, Darth Vader sufre una muerte iniciática que lo libera y al que le sigue un despertar interior con el retorno de Anakin Skywalker. La renovación requiere siempre un sacrificio. Esta carta sugiere que nada muere ni se pierde, solo se transforma y continúa.


Número 14: La Templanza.

​​ Símbolo de la renovación y la metamorfosis interna. Moderación, autodisciplina, calma y reflexión. Valores que Yoda le intenta inculcar a Luke en El Imperio Contraataca, imposibles aún de ser aceptados por este Luke impulsivo, irreflexivo y carente de paciencia.


Número 15: El Diablo.

​​ Este Arcano es la atadura de los hombres a los vicios materiales, a la lujuria y a las ambiciones desmedidas. Está representado por la figura del Baphomet templario: una bestia mitad hombre y mitad cabra. En la óptica del psicoanálisis El Diablo es el Ello freudiano y la Sombra de Jung, es decir, nuestra animalidad negada. Esta carta también habla de poderes paranormales ocultos como la telepatía. Se vincula con lo sobrenatural y, en el plano físico, a problemas corporales.

Darth Vader es la Sombra de Luke Skywalker en tanto que El Diablo es la versión en negativo de El Mago, su némesis. Mientras que Luke hace uso de la energía autónoma de la voluntad consciente (el Superyó de Freud), Vader toma su poder de la oscuridad y sus fines son egoístas, pasionales y tiránicos.


Número 16: La Torre.

​​ Asociada con la Torre de Babel que fue elevada por sacerdotes babilónicos arrogantes y egoístas, este Arcano advierte del peligro de las ambiciones desproporcionadas. Los acadios buscaban un contacto directo con la deidad y resultaron castigados por su soberbia. Este Arcano tiene la energía del dios de la guerra Marte /Ares. De las alturas caen dos personajes: el soberano y el constructor. Un rayo de fuego escarmienta a estos dos cegados por el orgullo e incapaces de ver la realidad.

La Torre advierte de un desmoronamiento de proyectos, de ilusiones y trabajos hechos irreflexivamente y animados por afanes personales.

La Estrella de la Muerte, símbolo de poder y orgullo desmedido, se desploma llevándose consigo al soberano (El Emperador) y a su constructor (Moff Tarkin), entre otros.


Número 17: La Estrella.

​​ Buena ventura, prosperidad, esperanza, felicidad y éxitos. Esta carta está considerada un símbolo de suerte y de realización de proyectos.

Los héroes necesitan una buena porción de fortuna para completar sus peripecias. Y Luke ha disfrutado de ella en numerosas ocasiones a lo largo de sus aventuras. Quizá en Una Nueva Esperanza la intervención de la suerte resulta más manifiesta que en el resto de la saga.


Número 18: La Luna.

​​ La energía femenina de la luna combinada con las aguas representa los miedos y traumas profundos y ocultos. Es la vida de las emociones y de los sueños. Tiene un aspecto negativo que es la ensoñación, sentimentalismo exacerbado e imaginación excesiva.

La Luna es una carta asociada a la creación y al aspecto oscuro de las cosas. Es un Arcano inquietante, una fuerza mutable de ensimismamiento y de deseos inconfesados.

En el Zodíaco es Piscis, signo del inconsciente inexpresado. A este respecto se puede relacionar con el Darth Vader presentado en Una Nueva Esperanza, encarnación de las pesadillas más tenebrosas.

Sin embargo es también el lado oculto de nuestros héroes en tanto son sus recuerdos, nostalgias y turbaciones infantiles. Tiene que ver con las personas del pasado ya desaparecidas que dejaron su impronta en su alma. En Leia senadora y política tal como su padre. En Luke, un caballero Jedi igual que Anakin.


Número 19: El Sol.

Complemento de La Luna. Es la energía de la Consciencia, la luz sobre la oscuridad, la revelación de secretos y la superación de los conflictos y trabas. Augura el éxito y la conquista. Una promesa de renovación para nuestros héroes que finalizan su recorrido en El Regreso del Jedi y la concreción de sus proyectos colectivos e individuales.

Es un elemento que completa el perfil heroico de Luke puesto que la energía de El Sol es la del dios Apolo y de Hércules, Héroes Solares que han transitado por las Doce Casas del Zodíaco. Este Arcano está regido por Leo, el poder del Ego y la ambición.


Número 20: El Juicio.

El segador cosecha lo que siembra. Triunfo sobre las contradicciones internas y externas. Es un tiempo de transformación y de recoger la semilla. En este sentido implica un cambio total determinado por premios y castigos, una justa medida de acuerdo al pensamiento y a la acción. El Regreso del Jedi es la última entrega en la que cada personaje finalmente cosechará los resultados de sus actos. El Juicio precipita el cambio. Nada permanecerá igual.


Número 21: El Mundo.

Representa el entorno. La culminación de un ciclo encamina al universo a un plano de existencia diferente. Las acciones de Luke, Han y Leia proveen a la galaxia de un don que es la renovación. El Héroe regresa al mundo cotidiano con el elixir mágico, un regalo que cambia su sociedad puesto que los Mitos son transformadores de la consciencia.

Es importe destacar que los Ciclos Heroicos son iteraciones en espiral que se replican en secuencias infinitas. Cada iteración es una reactualización del Mito.

Ilustración: SW Tarot: The Fool, por Theory Of Everything

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